EL BESTIARIO DE LA CANTERA
definición de bestiario
1.m – con origen en el vocablo latino bestiarius, bestiario es un concepto que se emplea con referencia a las colecciones de textos e ilustraciones de animales, ya sea reales o del terreno de la fantasía, que se realizaban en la Edad Media.
Érase una vez en el sur del norte, una tierra entre arroyos. Las capas del tiempo, de la tierra y de las piedras se habían acumulado lentamente desde el principio, cuando el norte aun no era norte ni tenía sur. Nacían y morían, mientras tanto, bestias de todo tipo y tamaño. Había algunas eternas; otras tan fugaces que sus compañeras ni siquiera advertían de su existencia. Inmensas, mínimas, duras, viscosas, deformes, líquidas, volátiles, intangibles, fragmentadas, alargadas, suaves, áridas, hostiles, amables, ruidosas, calladas; todas ellas convivían entre estratos y surcos de agua.
Un día, o mejor dicho, un fragmento de aquel tiempo apilado entre rocas, se escuchó la llegada de nuevas especies. Las bestias no temieron porque jamás tuvieron que hacerlo antes. Continuaron su ritmo ciego y subterráneo, lleno de crujidos y roces. Sin embargo, una noche – ya que allá abajo todo parecía noche –sintieron temblar las capas milenarias y comprendieron que los crujidos ajenos no eran como los propios. Las especies recién llegadas estaban alimentándose de su tierra vieja, y pronto las bestias comenzaron a ser destapadas de las piedras y arroyos. Quedaron expuestas en aquella superficie, hecha a mordiscos y arañazos.
Tardaron poco en adaptarse al día, a la noche, al agua que caía de arriba – de pronto existía un “arriba” – a las corrientes, al ruido y a los olores. Muchas de ellas se quejaron, extrañando su vida entre estratos sin orientación ni color. Tomaron su equipaje hecho desde tiempos en los que ni siquiera existían y se alejaron sin rumbo hacia otra tierra más acogedora y menos hostil. Las que se quedaron decidieron aceptar el curso de los acontecimientos y pronto continuaron su extraña vida de bestias. Unánimemente llamaron a su nuevo hogar cantera (*) , ya que era el lugar donde habían nacido los lados y las direcciones para ellas.
Oyeron de la llegada de una nueva presencia que, según decían, traía nuevas ideas y buenas intenciones. Esperaron pacientemente, ya que para ellas el tiempo era inservible . Cuando se aproximó a la cantera, lo hizo con cuidado y silencio. Observó a todas meticulosamente, las olisqueó, acarició; incluso probó y besó a alguna de ellas. Estudió sus movimientos, maneras y costumbres, y aprendió dónde habitaba cada una. Cuando sintió que podía quedarse, se posó tranquilamente en el lugar que con tanto mimo había escogido, y comenzó a deshacer el equipaje.
(*) Este vocablo etimológicamente viene del sustantivo “canto” (extremidad, lado) y del sufijo “era” que asigna el sitio, lugar, paraje u objeto en que hay.
noviembre 2018 – tinta y acuarela – 70×25 cm